Mientras
escucho su voz mi mente recorre todas mis redes neuronales sin encontrar
ninguna imagen, ningún sentimiento o sensación; continuo escuchando y
respondiendo... no lo recuerdo.
Vuelve
a citar la anécdota, lo que dije y hasta lo que paso después... yo sigo sin
recordarlo. La imagen de su rostro al sentir la decepción de que ese instante
no fue tan importante para mi, queda grabada en mi mente pero no se por cuanto
tiempo. Como un criminal descubierto, siento sangre en mis manos, la pena me
envuelve y no se que hacer con ella mas que decir... lo siento.
Quédate
un momento, hagamos algo ahora; platiquemos, dime quien eres hoy, yo no
recuerdo quien era ¿en que cambiamos? y ¿que haremos mañana?; vive conmigo en
el presente y no vuelvas a desaparecer. No quiero mentirte e inventar algo que
no recuerdo, solo quédate y hagamos cosas juntos... muchas cosas.
Lo
siento, tengo un error.
Fernando
Arroyo.
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